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Champions League - Grupo e - jornada 3Así fue
Barcelona
Barcelona
Piqué 36'
1 0
Finalizado
Dinamo Kiev
Dinamo Kiev

Piqué hace de Luuk de Jong

El ariete remata cinco de las ocho ocasiones del Barça en el primer acto, pero marca el central para igualar a Roberto Carlos como el defensa más goleador en la historia de la Champions

Jordi Quixano
Luuk de Jong remata una falta lateral de Memphis ante el Dinamo de Kiev.
Luuk de Jong remata una falta lateral de Memphis ante el Dinamo de Kiev.Joan Monfort (AP)

Cuando enfilaban el túnel de vestuarios en el entreacto, Memphis y Luuk De Jong gesticulaban y debatían sobre alguna jugada, seguramente una en la que el delantero no atinó en el remate o quizá otra en la que el extremo no entendió el desmarque del compañero. Pero es la vida de azulgrana de De Jong, que puso la bola en juego para dar comienzo al partido y, tras correr, tirar diagonales y ofrecerse, tardó 17 minutos en volver a tocar el balón. Resulta que el talludo holandés (1,88) se enreda cuando se le exige dar continuidad al juego colectivo, por más que sí tiene remate pero no puntería. Así lo subrayó ante el Dinamo pero, para su fortuna y la del Barcelona, Piqué pisó área para resolver el partido.

BCNBarcelona
Barcelona
1
Ter Stegen, Clement Lenglet, Óscar Mingueza (Coutinho, min. 45), Alba, Piqué, Gavi (Sergi Roberto, min. 68), Frenkie De Jong, Busquets, Depay (Agüero, min. 75), Luuk de Jong (Ansu Fati, min. 45) y Sergiño Dest
DKI Dinamo Kiev
0
Dinamo Kiev
Bushchan, Kedziora (Tymchyk, min. 78), Illia Zabarnyi, Mykolenko, Oleksandr Syrota, Shaparenko, Tsygankov (Karavaev, min. 84), S. Sydorchuk, Carlos De Pena (Vitinho, min. 61), Buyalsky (Eric Ramírez, min. 85) y Vladyslav Supriaha (Garmash, min. 61)
Goles 1-0 min. 36: Piqué.
Árbitro Clément Turpin
Tarjetas amarillas Frenkie De Jong (min. 89)

Se sabía que Ansu no iba a jugar de inicio, sobre todo porque no puede acumular tantos partidos según el plan que ha elaborado el cuerpo médico con la aquiescencia de Koeman. Olvidado Demir de la alineación porque no aprovechó las ocasiones al inicio del curso tras una excelente pretemporada y quizá con la intención de demostrar el técnico que no se equivocó en su elección —pues pidió al jugador al área deportiva azulgrana aunque era suplente en el Sevilla—, Koeman volvió a darle una oportunidad a De Jong, ahora que el Barça es un aspersor continuo de centros laterales. También atendió a la altura de los centrales rivales —Zabarnyi (1,92 metros), Syrota (1,93)— con la idea de fijarlos. Y aunque le costó entrar en juego, Luuk de Jong evidenció que tiene el gancho preparado porque de los ocho remates que realizó el Barcelona en el primer tiempo cinco fueron suyos. Cuatro con la cabeza —ninguno a portería, por más que dos de ellos saludaron al poste por fuera— y otro con el pie derecho, su mejor acción con un disparo desde fuera del área que demandó la mejor versión del portero rival.

Delantero estático

“Es un delantero diferente de lo que tenemos”, suele justificar Koeman. Pero De Jong no es Mario Gómez, Crouch, Klose o ese tipo de delantero espigado que se hacía fuerte en el área y que saca oro de los pocos balones que toca. Ahora se reclaman futbolistas más movibles aunque de la misma envergadura como Haaland, Ibrahimovic o Lewandowski. Pero a falta de gol, también porque Dest —un caso de lo más extraño en el fútbol moderno porque los extremos suelen reconvertirse a carrileros y no al revés— falló dos remates claros, llegó Piqué.

La relación de Piqué con la Champions ya empezó de maravilla con el Manchester United porque en su primer curso marcó dos goles (al Fenerbahçe y a la Roma) para convertirse en el defensa más goleador de la edición (2008), por más que apenas jugaba ante la competencia de Rio Ferdinand y Nemanja Vidic —dos de los mejores centrales del momento—, por lo que ni siquiera descorchó una sonrisa cuando le dieron la medalla de vencedor. Más que nada porque no fue convocado en la final frente al Chelsea, esa en la que John Terry se resbaló para disgusto de los londinenses. Pero con el tiempo se sacó la espina, vencedor en otras tres ocasiones con el Barça (2009, 2011 y 2015) y, extrañamente goleador porque en 16 temporadas que el central azulgrana ha disputado la Champions (15 si se tiene en cuenta que en su primer curso con el United jugó 25 minutos un encuentro frente al Fenerbahçe), solo en tres ocasiones se ha quedado sin ver puerta. Tampoco había marcado en esta edición. Hasta el Dinamo.

Fue justo antes de acabar la primera mitad, en un centro lateral de Alba que remató con el interior del pie y a la red. Un gol que no solo le señaló como el jugador más veterano del Barça (34 años y 260 días) en lograr un tanto en la Champions —superó a Sylvinho, que tenía el registro con 34 años y 252 días— sino que también le convirtió en el defensa más goleador de la competición con 16 dianas junto al exmadridista Roberto Carlos. Por detrás también quedan los centrales blancos Sergio Ramos (ahora en el París Saint-Germain) e Iván Helguera, ambos con 15.

Acabada la primera mitad, Koeman sentó a Luuk de Jong para darle carrete a Ansu Fati, que agitó el duelo pero se quedó sin el gol. También lo intentó sin éxito el Kun Agüero en los 15 minutos de los que dispuso. Así que Piqué, central con alma de delantero, bastó para resolver el partido, para que el Barça no se quedara casi apeado de la Champions antes de tiempo.

Jordi Alba: “Le he puesto un caramelito”

Acabado el duelo, Jordi Alba, escogido MVP, atendió a los micrófonos de Movistar. “En la primera parte nos cerraban por el medio y nos dejaban la banda libre, por lo que hemos podido meter más de un gol con centros al área —casi todos suyos— y algún mano a mano. Podíamos haber metido el segundo o el tercero”, lamentó. Aunque no fue tan positivo con el segundo acto: “Es que no hemos estado bien y hemos sufrido, aunque ellos tampoco nos hayan creado ocasiones claras. Pero es que tenemos que sentenciar los partidos antes, seguir con la misma intensidad. Y eso se hace con trabajo”.

El gol azulgrana, en cualquier caso, llegó de un centro suyo. “La verdad es que le he puesto un caramelito a Piqué...”, bromeó al tiempo que reivindicaba su asistencia. Aunque también piropeó al central: “Para ser un defensa lleva muchos goles. Y con este me quedo contento porque se lo merece”.

Cojeaba durante parte del duelo Alba, que recibió una patada en el pie. “Me ha dado en la puntera y me ha hecho bastante daño”, reconoció; “supongo que no es grave, pero algo hay porque me ha hecho bastante daño. Pero al Clásico llego”.

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